Por la Verdad MuriĆ³ Cristo
A pesar de que los ataques del 11 de septiembre de 2001 produjeron beneficios multimillonarios a particulares y corporaciones como consecuencia directa del crimen mĆ”s grande de la historia moderna, las autoridades de ningĆŗn paĆs nunca realizaron investigaciĆ³n alguna basada en el criterio "Seguir la pista del dinero" De hecho todavĆa nadie a sido condenado ni acusado por los "atentados"
La dejaciĆ³n de responsabilidades y la carencia de investigaciĆ³n rigurosa por parte de autoridades y prensa indican complicidades y mucho dinero para callar conciencias. ExtraƱo final para la llamada "guerra contra el terror", a menos que ellos financien todo... ¿No te parece?
.La dejaciĆ³n de responsabilidades y la carencia de investigaciĆ³n rigurosa por parte de autoridades y prensa indican complicidades y mucho dinero para callar conciencias. ExtraƱo final para la llamada "guerra contra el terror", a menos que ellos financien todo... ¿No te parece?
En Estados Unidos, los «CientĆficos por la Verdad sobre el 11 de Septiembre» (Scholars for 9/11 Truth) ponen en duda la versiĆ³n oficial sobre los atentados del 11 de septiembre, seƱalando que Ć©sta «viola los principios de la fĆsica y de la ingenierĆa».
DespuĆ©s de varios aƱos de investigaciones y la publicaciĆ³n de artĆculos y libros, esta asociaciĆ³n de universitarios, que reĆŗne a personalidades del mundo cientĆfico y de medios militares, estĆ” convencida de que el World Trade Center sĆ³lo pudo ser destruido mediante una demoliciĆ³n controlada.
Las investigaciones han llevado a estos cientĆficos a la conclusiĆ³n de que el gobierno estadounidense no sĆ³lo sabĆa de los atentados sino que los planificĆ³. Ahora se han dado a la tarea de utilizar todos los medios a su alcance, como la organizaciĆ³n de conferencias y la publicaciĆ³n de artĆculos, para hacerlo saber al pueblo.
Esta asociaciĆ³n, a la que pertenecen unas cincuenta personalidades, fue fundada por David Ray Griffin, ex profesor de teologĆa y autor de The New Pearl Harbor (2004) y The 9/11 Commission report: omissions and distorsions (2004).
DespuĆ©s de varios aƱos de investigaciones y la publicaciĆ³n de artĆculos y libros, esta asociaciĆ³n de universitarios, que reĆŗne a personalidades del mundo cientĆfico y de medios militares, estĆ” convencida de que el World Trade Center sĆ³lo pudo ser destruido mediante una demoliciĆ³n controlada.
Las investigaciones han llevado a estos cientĆficos a la conclusiĆ³n de que el gobierno estadounidense no sĆ³lo sabĆa de los atentados sino que los planificĆ³. Ahora se han dado a la tarea de utilizar todos los medios a su alcance, como la organizaciĆ³n de conferencias y la publicaciĆ³n de artĆculos, para hacerlo saber al pueblo.
Esta asociaciĆ³n, a la que pertenecen unas cincuenta personalidades, fue fundada por David Ray Griffin, ex profesor de teologĆa y autor de The New Pearl Harbor (2004) y The 9/11 Commission report: omissions and distorsions (2004).
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Pensar que talibanes salidos de las cavernas AfganistĆ”n hayan podido apoderarse de cĆ³digos elaborados a partir de algoritmos matemĆ”ticos que cambian constantemente debe sorprendernos. Sabemos que sĆ³lo el cĆrculo cercano al presidente Bush lo posee. Es ridiculo no crees macrosiervo.
Pensar que talibanes salidos de las cavernas AfganistĆ”n hayan podido apoderarse de cĆ³digos elaborados a partir de algoritmos matemĆ”ticos que cambian constantemente debe sorprendernos. Sabemos que sĆ³lo el cĆrculo cercano al presidente Bush lo posee. Es ridiculo no crees macrosiervo.
La psicologĆa del suicida es otro aspecto interesante. La idea que varios equipos enteros hayan tomado tal decisiĆ³n extrema de inmolarse en su acto debe llamar la atenciĆ³n. Decididamente, la psicologĆa del suicida es un acto estrictamente personal e individual. En la Segunda Guerra Mundial los kamikazes japoneses actuaban individualmente, como es el caso hoy en dĆa en Palestina de los hombre-bomba. Ver a un grupo de suicidas que se reĆŗnen a Ćŗltimo momento para abordar un aviĆ³n e inmolarse todos juntos, es algo que nunca antes se ha visto. Todo esto, sin una formaciĆ³n especial previa y supuestamente tratĆ”ndose de comandos que han estado en pausa «durmiente» como seƱalĆ³ la prensa y los investigadores.
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TambiĆ©n se habla de las «metidas de pata» del FBI, como la declaraciĆ³n oficial: ¡Encontramos en las ruinas de las torres gemelas el pasaporte intacto de Mahammed Atta!, personaje sindicado como piloto de uno de los aviones suicidas.
Igualmente el caso «Vreeland», que confirma la existencia de un complot dentro de las fuerzas armadas de EEUU para perpetrar los atentados del 11 de septiembre
Vamos a formular varias constataciones sobre los acontecimientos del 11 de septiembre:
Vamos a formular varias constataciones sobre los acontecimientos del 11 de septiembre:
Primero: La versiĆ³n oficial esta incompleta. Muchas cosas importantes desaparecen de la visiĆ³n de los hechos. Por ejemplo, hubo en la maƱana del 11 de septiembre un gran incendio en el anexo de la Casa Blanca. RĆ”pidamente asimilado a los atentados ocurridos en ese dĆa. Sin embargo nadie habla de esto. Del mismo modo en Manhattan, a parte de las torres gemelas del World Trade Center que fueron chocadas por los aviones y que se desplomaron, hubo un tercer edificio que se derrumbĆ³ y nadie hablĆ³ de este hecho. Ese edificio no fue tocado por un aviĆ³n y no habĆa razĆ³n alguna para que se cayera. La comisiĆ³n de investigaciĆ³n tĆ©cnica no explica hasta ahora claramente que ha pasado. Se supo posteriormente que este edifico alojaba una gran base ilegal de la CIA, el primer centro mundial de espionaje econĆ³mico.
Este centro de espionaje ilegal era objeto de un gran conflicto dentro de la administraciĆ³n gubernamental norteamericana, entre lo Militar y el lobby EconĆ³mico, ya que Bill Clinton durante su segundo mandato habĆa transferido lo esencial de la actividad de espionaje, de tradiciĆ³n estratĆ©gica militar, hacia un espionaje econĆ³mico, o sea en perjuicio del lobby militaro-industrial.
Segundo punto, respecto al atentado sobre el PentĆ”gono, hay tantas contradicciones en la versiĆ³n oficial, que tememos que ella tiende a ocultar otra realidad. La versiĆ³n oficial explica que un Boeing 727 que todo el mundo ha perdido la pista, al sur del Ohio, atravesĆ³ 500 Km. sin que nadie lo vea. No fue detectado por los radares civiles y militares, ni por los aviones de caza a su persecuciĆ³n, ni por el sistema de satĆ©lites. Y de pronto, ese aviĆ³n de pasajeros reaparece encima de Washington para estrellarse en el PentĆ”gono, entre la planta baja y el primer piso para evaporarse despuĆ©s al interior por la alta temperatura del incendio.
Segundo punto, respecto al atentado sobre el PentĆ”gono, hay tantas contradicciones en la versiĆ³n oficial, que tememos que ella tiende a ocultar otra realidad. La versiĆ³n oficial explica que un Boeing 727 que todo el mundo ha perdido la pista, al sur del Ohio, atravesĆ³ 500 Km. sin que nadie lo vea. No fue detectado por los radares civiles y militares, ni por los aviones de caza a su persecuciĆ³n, ni por el sistema de satĆ©lites. Y de pronto, ese aviĆ³n de pasajeros reaparece encima de Washington para estrellarse en el PentĆ”gono, entre la planta baja y el primer piso para evaporarse despuĆ©s al interior por la alta temperatura del incendio.
El FBI explica que han encontrado pedazos del aviĆ³n sobre el jardĆn, pero no explica cĆ³mo el Boeing ha podido entrar por un agujero tan pequeƱo.
¿Y quĆ© ha pasado con los cuerpos de los pasajeros?
Se ha dado a los familiares de las vĆctimas urnas funerarias, diciĆ©ndoles «aquĆ estĆ”n las cenizas y restos de sus parientes», se les ha dado certificados de defunciĆ³n y de identificaciĆ³n de los cuerpos por el mĆ©dico legista del ejĆ©rcito de los EE.UU., ¡quiĆ©n seƱala que los cuerpos han podido ser identificados gracias a la huellas digitales y al ADN!
¿CĆ³mo se puede decir a la gente tales cosas? A la gente cuyos parientes se encontraban dentro del fuselaje del aviĆ³n que ha fundido a 2500 C°? ¡Decirles que han encontrado las huellas digitales de las vĆctimas! Incoherencias como estas deberĆan escandalizar a la prensa y hacer escĆ”ndalo, sin embargo, la prensa hasta hoy dĆa no ha dicho nada.
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Se ha dado a los familiares de las vĆctimas urnas funerarias, diciĆ©ndoles «aquĆ estĆ”n las cenizas y restos de sus parientes», se les ha dado certificados de defunciĆ³n y de identificaciĆ³n de los cuerpos por el mĆ©dico legista del ejĆ©rcito de los EE.UU., ¡quiĆ©n seƱala que los cuerpos han podido ser identificados gracias a la huellas digitales y al ADN!
¿CĆ³mo se puede decir a la gente tales cosas? A la gente cuyos parientes se encontraban dentro del fuselaje del aviĆ³n que ha fundido a 2500 C°? ¡Decirles que han encontrado las huellas digitales de las vĆctimas! Incoherencias como estas deberĆan escandalizar a la prensa y hacer escĆ”ndalo, sin embargo, la prensa hasta hoy dĆa no ha dicho nada.
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Precisamente, ¿Por quĆ© los grandes medios de comunicaciĆ³n no han dicho nada?
La Prensa no ha dicho nada porque se encontraba en un fenĆ³meno psicolĆ³gico que se puede comprender. Estos hechos han sido traumĆ”ticos y chocantes para todos y en estado de choque uno no se hace preguntas o en todo caso no hace las buenas preguntas. Nuestra atenciĆ³n estaba para las torres gemelas y no por lo que ha sucedido alrededor... Y enseguida desde el comienzo de los atentados, sin investigaciĆ³n previa, se nos dice que ya se sabe quien es el autor: Ben Laden. DespuĆ©s de todo esto, cuestionar esta versiĆ³n era como poner en tela de juicio la palabra sagrada del gobierno norteamericano, una cosa que nadie se atrevĆa de hacer.
Sin embargo, esto constituye el trabajo normal del periodista, como del policĆa: hacer investigaciones para comprobar la veracidad de los hechos.
Sobre el 11 de septiembre nunca se ha hecho una investigaciĆ³n, en todo caso en el sentido clĆ”sico del tĆ©rmino. La gran investigaciĆ³n del FBI para encontrar y determinar los culpables ha sido Ćŗnicamente para designar los culpables escogidos de antemano. Intelectualmente es inaceptable.
La Prensa no ha dicho nada porque se encontraba en un fenĆ³meno psicolĆ³gico que se puede comprender. Estos hechos han sido traumĆ”ticos y chocantes para todos y en estado de choque uno no se hace preguntas o en todo caso no hace las buenas preguntas. Nuestra atenciĆ³n estaba para las torres gemelas y no por lo que ha sucedido alrededor... Y enseguida desde el comienzo de los atentados, sin investigaciĆ³n previa, se nos dice que ya se sabe quien es el autor: Ben Laden. DespuĆ©s de todo esto, cuestionar esta versiĆ³n era como poner en tela de juicio la palabra sagrada del gobierno norteamericano, una cosa que nadie se atrevĆa de hacer.
Sin embargo, esto constituye el trabajo normal del periodista, como del policĆa: hacer investigaciones para comprobar la veracidad de los hechos.
Sobre el 11 de septiembre nunca se ha hecho una investigaciĆ³n, en todo caso en el sentido clĆ”sico del tĆ©rmino. La gran investigaciĆ³n del FBI para encontrar y determinar los culpables ha sido Ćŗnicamente para designar los culpables escogidos de antemano. Intelectualmente es inaceptable.
A pesar de esto, la ONU ha autorizado a los EE.UU. a desencadenar acciones militares para arrestar y llevar en justicia a los autores de los atentados. Vemos que este mandato de la ONU ha sido utilizado ya en AfganistƔn, -no para arrestar a los supuestos autores, Ben Laden y sus compinches-, sino para derrocar un rƩgimen y poner otro.
No se puede hacer confianza despuĆ©s de todas estas mentiras al FBI. Tampoco al Departamento de la Defensa de EE.UU. despuĆ©s de sus mentiras en la Guerra del Golfo, de la Guerra del Kosovo, etc. La Ćŗnica manera de ver claro es de constituir una comisiĆ³n internacional de investigaciĆ³n bajo los auspicios de las Naciones Unidas, para que nos diga exactamente que es lo que verdaderamente ha pasado el 11 de septiembre.
No se puede hacer confianza despuĆ©s de todas estas mentiras al FBI. Tampoco al Departamento de la Defensa de EE.UU. despuĆ©s de sus mentiras en la Guerra del Golfo, de la Guerra del Kosovo, etc. La Ćŗnica manera de ver claro es de constituir una comisiĆ³n internacional de investigaciĆ³n bajo los auspicios de las Naciones Unidas, para que nos diga exactamente que es lo que verdaderamente ha pasado el 11 de septiembre.
Todo deja suponer que los cerebros y los que han dirigido estos actos terroristas no son extranjeros y que se trata mƔs bien de terroristas norteamericanos.
El periodista estadounidense Alex Jones entrevista al abogado Stanley Hilton quien representa a la mayorĆa de las familias de vĆctimas del 11 Septiembre 2001.
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Alex Jones: tienes una demanda en curso y has tomado declaraciones a un montĆ³n de funcionarios militares. ¿Sabes la verdad del 11-S. En dos palabras, ¿quĆ© alegas en tu caso?
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Stanley Hilton: En nuestro caso se sostiene que Bush y sus tĆteres Rice, Cheney, Mueller y Rumsfeld y demĆ”s, como Tenet, estuvieron todos implicados no sĆ³lo en ayudar e instigar y permitir que ocurra el 11-S sino de hecho en la orden misma de que ocurriera. Bush ordenĆ³ personalmente que eso ocurriera. Tenemos algunos documentos muy incriminantes asĆ como testigos de que Bush personalmente ordenĆ³ que ocurriera este hecho para conseguir una ventaja polĆtica, para perseguir una agenda polĆtica a favor de los conservadores y sus ilusos pensamientos sobre el Medio Oriente. TambiĆ©n querĆa seƱalar, rĆ”pidamente, que fui a la facultad con algunos de estos neoconservadores. En la Universidad de Chicago a finales de los aƱos 60 con Wolfowitz y Feith y varios de los otros, de modo que conozco a esta gente personalmente. Y solĆamos conversar acerca de esta cosa todo el tiempo. Yo hice mi tesis de fin de estudios sobre este mismo asunto: cĆ³mo convertir a los Estados Unidos en una dictadura presidencial fabricando un falso Pearl Harbor. De modo que, tĆ©cnicamente, esto ha estado planeĆ”ndose por lo menos desde hace 35 aƱos.
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Stanley Hilton: En nuestro caso se sostiene que Bush y sus tĆteres Rice, Cheney, Mueller y Rumsfeld y demĆ”s, como Tenet, estuvieron todos implicados no sĆ³lo en ayudar e instigar y permitir que ocurra el 11-S sino de hecho en la orden misma de que ocurriera. Bush ordenĆ³ personalmente que eso ocurriera. Tenemos algunos documentos muy incriminantes asĆ como testigos de que Bush personalmente ordenĆ³ que ocurriera este hecho para conseguir una ventaja polĆtica, para perseguir una agenda polĆtica a favor de los conservadores y sus ilusos pensamientos sobre el Medio Oriente. TambiĆ©n querĆa seƱalar, rĆ”pidamente, que fui a la facultad con algunos de estos neoconservadores. En la Universidad de Chicago a finales de los aƱos 60 con Wolfowitz y Feith y varios de los otros, de modo que conozco a esta gente personalmente. Y solĆamos conversar acerca de esta cosa todo el tiempo. Yo hice mi tesis de fin de estudios sobre este mismo asunto: cĆ³mo convertir a los Estados Unidos en una dictadura presidencial fabricando un falso Pearl Harbor. De modo que, tĆ©cnicamente, esto ha estado planeĆ”ndose por lo menos desde hace 35 aƱos.
no creen en las profecias de Dios?