Peregrinos del Absoluto - Templarios de Dios

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lunes, 16 de noviembre de 2009

CAƱOn D FuTurO

¡De espectadores...!
.

...

¿A ZOMBIES?
.



El hambre es la sensaciĆ³n que indica la necesidad de alimento. En condiciones de normal alimentaciĆ³n, suele aparecer unas 4 horas despuĆ©s de la Ćŗltima comida, aunque este tiempo puede variar mucho.
La sensaciĆ³n de hambre es algo natural, pero privarse de alimento durante mucho tiempo perjudica la salud mental y fĆ­sica. La privaciĆ³n de alimento induce a la somnolencia, atenĆŗa las emociones e impide pensar con normalidad. El deseo de comer se hace prioritario y se diluyen los valores morales. El hambre extrema puede tener un efecto deshumanizador que lleve al robo, al asesinato e incluso al canibalismo. A menudo el hambre va acompaƱada de enfermedad y epidemias, que tienen su origen en el estado de debilitamiento de los afectados.

La mayorĆ­a de las muertes por hambre se deben a desnutriciĆ³n permanente. Las familias sencillamente no tienen suficientes alimentos (o tal vez no cuentan con recursos para adquirirlos debido a su carestĆ­a). Esto, a su vez, se debe a la extrema pobreza.
La OrganizaciĆ³n de las Naciones Unidas para la Agricultura y la AlimentaciĆ³n (FAO) estima que unos 1500 millones de personas en el mundo sufren de hambre y desnutriciĆ³n, una cantidad cerca de 200 veces mayor que el nĆŗmero de personas que efectivamente mueren por esas causas al aƱo. Parece que a nadie le interesa. El mundo pare niƱos vivos y niƱos muertos, y en occidente no derraman ni una sola lagrima por ello.

La sabidurĆ­a de SalomĆ³n para juzgar. Una vez, dos prostitutas fueron a presentarse ante el rey. Una de las mujeres le dijo: "¡Por favor, seƱor mĆ­o! Yo y esta mujer vivimos en la misma casa, y yo di a luz estando con ella en la casa. Tres dĆ­as despuĆ©s de mi parto, dio a luz tambiĆ©n ella. EstĆ”bamos juntas; no habĆ­a ningĆŗn extraƱo con nosotras en la casa, fuera de nosotras dos. Pero una noche muriĆ³ el hijo de esta mujer, porque ella se recostĆ³ encima de Ć©l. Entonces se levantĆ³ en medio de la noche, tomĆ³ de mi lado a mi hijo mientras tu servidora dormĆ­a, y lo acostĆ³ sobre su pecho; a su hijo muerto, en cambio, lo acostĆ³ en mi regazo. A la maƱana siguiente, me levantĆ© para amamantar a mi hijo, y vi que estaba muerto. Pero cuando lo observĆ© con mayor atenciĆ³n a la luz del dĆ­a, advertĆ­ que no era mi hijo, el que yo habĆ­a tenido". La otra mujer protestĆ³: "¡No! ¡El que vive es mi hijo!". Y asĆ­ discutĆ­an en presencia del rey. El rey dijo: "Esta mujer afirma: ‘Mi hijo es este, el que estĆ” vivo; el que estĆ” muerto es el tuyo’. Esta otra dice: ‘No, tu hijo es el muerto; el que estĆ” vivo es el mĆ­o’". Y en seguida aƱadiĆ³: "TrĆ”iganme una espada". Le presentaron la espada, y el rey ordenĆ³: "Partan en dos al niƱo vivo, y entreguen una mitad a una y otra mitad a la otra". Entonces la mujer cuyo hijo vivĆ­a se dirigiĆ³ al rey, porque se le conmovieron las entraƱas por su hijo, y exclamĆ³: "¡Por favor, seƱor mĆ­o! ¡Denle a ella el niƱo vivo, no lo maten!". La otra, en cambio, decĆ­a: "¡No serĆ” ni para mĆ­ ni para ti! ¡Que lo dividan!". Pero el rey tomĆ³ la palabra y dijo: "EntrĆ©guenle el niƱo vivo a la primera mujer, no lo maten: ¡ella es su madre!". Todo Israel oyĆ³ hablar de la sentencia que habĆ­a pronunciado el rey; y sintieron por Ć©l un gran respeto, porque vieron que habĆ­a en Ć©l una sabidurĆ­a divina para hacer justicia. (1 Reyes 3, 16-28) ¿Tiene Occidente SabidurĆ­a para retomar el control polĆ­tico del mundo?


Es tiempo de despertar, "hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol: un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para arrancarlo plantado; un tiempo para matar y un tiempo para curar, un tiempo para demoler y un tiempo para edificar; un tiempo para llorar y un tiempo para reƭr, un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar; un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse; un tiempo para buscar y un tiempo para perder, un tiempo para guardar y un tiempo para tirar; un tiempo para rasgar y un tiempo para coser, un tiempo para callar y un tiempo para hablar; un tiempo para amar y un tiempo para odiar, un tiempo de guerra y un tiempo de paz". (EclesiastƩs 3, 1-8)
Se habla de revolucion en medio mundo, pues mira quien provoca algunas: "¡MoisĆ©s, MoisĆ©s!". "AquĆ­ estoy", respondiĆ³ Ć©l. Entonces Dios le dijo: "No te acerques hasta aquĆ­. QuĆ­tate las sandalias, porque el suelo que estĆ”s pisando es una tierra santa". Luego siguiĆ³ diciendo: "Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob". MoisĆ©s se cubriĆ³ el rostro porque tuvo miedo de ver a Dios. La misiĆ³n de MoisĆ©s El SeƱor dijo: "Yo he visto la opresiĆ³n de mi pueblo, que estĆ” en Egipto, y he oĆ­do los gritos de dolor, provocados por sus capataces. SĆ­, conozco muy bien sus sufrimientos. Por eso he bajado a librarlo del poder de los egipcios y a hacerlo subir, desde aquel paĆ­s, a una tierra fĆ©rtil y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al paĆ­s de los cananeos, los hititas, los amorreos, los perizitas, los jivitas y los jebuseos. El clamor de los israelitas ha llegado hasta mĆ­ y he visto cĆ³mo son oprimidos por los egipcios. Ahora ve, yo te envĆ­o al FaraĆ³n para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas". Pero MoisĆ©s dijo a Dios: "¿QuiĆ©n soy yo para presentarme ante el FaraĆ³n y hacer salir de Egipto a los israelitas?". "Yo estarĆ© contigo, le dijo Dios, y esta es la seƱal de que soy yo el que te envĆ­a: despuĆ©s que hagas salir de Egipto al pueblo, ustedes darĆ”n culto a Dios en esta montaƱa". (Ɖxodo 3, 4-12) ¿quienes son los que se mueren de hambre, ellos o los creyentes que no entienden su propia Biblia...?


Dios dijo a MoisƩs: "Yo soy el que soy".
Luego aƱadiĆ³:
"TĆŗ hablarĆ”s asĆ­ a los israelitas: ‘Yo soy’ me enviĆ³ a ustedes".




"Yo los he visitado y he visto cĆ³mo los maltrataban los egipcios"



Sustituye la palabra Egipto por EspaƱa, Rusia o USA
Las camaras - memoria fotografica
son el caƱon del futuro
.
¿Sera de eso que habla este clĆ”sico Universitario?



T apuesto que nadie les ha hablado de la primera alianza
La alianza de la liberaciĆ³n
¿O sĆ­?
¿No es de eso que trata el Catecismo de Primera comuniĆ³n?
.
microbitacora.blogspot.com


Siguela aquĆ­: http://microbitacora.blogspot.com/2009/09/una-raza-antigua.html

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