El credo apostólico
El Credo, es el compendio doctrinal que nos ha llegado desde los mismísimos apóstoles y se compone de tres partes, todas relativas a la santísima trinidad, misterio revelado por nuestro señor Jesucristo.
Veamos su conjunto para definir bien el orden de los acontecimientos:
“Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia católica, la comunión de los Santos; el perdón de los pecados; la resurrección de los muertos, y la vida eterna” Amén.
Si atendemos nuestro punto -La Parusía- nuestra primera pregunta debe ser ¿por que la II venida parece dividirse en dos artículos siendo un solo acontecimiento? Primero dice: “subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos” si viene en esta ocasión ¿como es que luego del resto de los artículos habla nuevamente de la resurrección de los muertos, y la vida eterna”?
Para entender esto debemos trasladarnos a la época apostólica y analizar sus creencias entre los principales documentos de presbíteros con sus comentarios.
Para entender esto debemos trasladarnos a la época apostólica y analizar sus creencias entre los principales documentos de presbíteros con sus comentarios.
La Era de los Padres
¡Oh maravillosa época Cristiana! Los mártires ejemplarizaban en toda la región cristiana con sus testimonios de vida, mientras los más entendidos discernían en el tiempo los dogmas que quedaría como la doctrina más sublime del mundo.
Vírgenes, niños, y ancianos se sentían orgullosos en medio de la persecución, algo que simplemente no podemos entender sino analizando aquello en que creían, es decir en la resurrección. Es este el punto clave para responder a la interrogante de arriba. Creían en la resurrección pero no a la manera actual (con desconocimiento de artículos y de argumentos) sino con convicción. Y si vemos detalladamente notaremos un hecho teológico absolutamente desconocido hoy día.
Vírgenes, niños, y ancianos se sentían orgullosos en medio de la persecución, algo que simplemente no podemos entender sino analizando aquello en que creían, es decir en la resurrección. Es este el punto clave para responder a la interrogante de arriba. Creían en la resurrección pero no a la manera actual (con desconocimiento de artículos y de argumentos) sino con convicción. Y si vemos detalladamente notaremos un hecho teológico absolutamente desconocido hoy día.
Un reino milenario
San Justino (alred. 100 a 163/7)
Dialogo de un judío Nº 31
“Después de la derrota del anticristo, que "nefandas impiedades hablará contra el Altísimo, y que dominará según Daniel por tiempo, tiempos y medio tiempo" vuelve Cristo. Pues vendrá alguien como hijo del hombre de las altas nubes, como Daniel declara, circundado de ángeles. Con el retorno de cristo acontecerá la resurrección. “Esta será doble”, a saber, primero la “santa” o sea de los justos, al llegar cristo; después la eterna” o general, que cerrará el reino Milenario, TRASNCURRIDO ENTRE LAS DOS.
“Vamos, dime (dice el judío) vosotros ¿realmente profesáis de veras que Jerusalén esta de la tierra será restaurada; que vuestro pueblo se congregará allí, que viviréis victoriosos con Cristo no menos que con nuestros Patriarcas y Profetas, que son de nuestra raza o bien que se añadieron a nuestra religión antes que vuestro Cristo viniera; o bien mirando que en controversia nosotros os llevamos de pecho, os habéis refugiado en ese subterfugio? -No soy tan ruin, Trifon (dije yo) que una diga y otra crea. Ya te confesé antes, que yo y muchos otros esto sentimos, de modo que cuadradamente creemos sucederá. Así que yo, y todo cristiano que rectamente en todo siente, recibimos la futura resurrección de la carne y los Mil Años reinando en la ciudad Jerusalén Nueva reedificada, y mejorada y amplificada, tal como también Ezequiel, Isaías y los demás profetas prometieron... A esto añádase que entre nosotros un varon llamado Juan, uno de los Apostoles de Cristo, en la revelaci6n a el hecha, predijo que cruzarían mil años en Jerusalén aquellos que creyeren en nuestro Cristo; y después sucederá la general y por así decirlo eterna resurreccion unánime de todos para ser juzgados. Acerca de lo cual también nuestro Señor pronuncio de la Resurrección final: "Entonces ni se casaran ni serán dadas en matrimonio, pues serán igual a los Ángeles, siendo hijos de la resurrección" (Dial., n. 81).
Así, Justino pone un Reino de mil anos después de la resurrección de los justos, su capital una Jerusalén magnificada, y con la presencia de los resucitados a los cuales ve con una vida angélica y no ya con la vida común de los humanos.
Descripción del Reino:
Pues de este modo hablo Isaías del espacio de mil años en su capitulo 65:
Habrá cielo nuevo y tierra nueva y no habrá ni recuerdos de lo de antes ni les vendrá a las mentes sino gozo y regocijo de lo nuevo que voy a crear, pues yo seré regocijo para Jerusalén y gozo para mi pueblo. Y no se oirá más grito de llanto, ni la voz de la congoja y no habrá allí edad inmadura, y el viejo llenara su tiempo más el joven morirá de cien años, y el pecador centenario no escapara de su maldición. Construirán casas y las habitaran, plantaran Parrales y comerán uvas, no construirán y otros habitaran. No plantaran y otros vendimiaran. Como vida de árboles la vida de mi pueblo. Y las obras de sus manos ellos consumirán. No trajinaran en valla, ni engendraran en maldición. Porque son la semilla de Yahvé, y sus nietos con ellos. Y me llamaran y yo responderé. Estarán hablando y yo ya dije ¿que? El lobo y el cordero pastaran juntos y el león comerá paja como el buey, la serpiente su pan la tierra. No harán daño ni molestia malvada. En todo mi monte santo Dice Yahvé...
"De este Reino habla también el Salmo 71: "Señor el Juicio tuyo da a tu Rey"...
San Justino nos interpreta en ese sentido lo que el salmo predice:"Delante de El se postraran los Etíopes y sus enemigos lamentaran la tierra. Los Reyes de Tarsis y las islas traerán presentes. Los Reyes de las Arabias y de Saba ofrecerán dones y le adoraran todos los Reyes de la Tierra. Todas las Gentes le servirán. .. Serán benditas en Él las tribus todas, todas las Gentes lo magnificaran...
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Nuestro San Justino no considera en particular la suerte de los “peregrinos” y la de los resurrectos en el Reino; pero que esas dos clases existirán consta de las palabras vistas; pues ellas hablan de infantes, jóvenes, viejos; de construcción de casas, generación de hijos, de reyes de Tarsis y de las Islas, y tales cosas que no pueden convenir a los justos resucitados. Pero no consta suficientemente que vida y milagros atribuye Justino a los resucitados. Dice de ellos que "vencerán dichosamente con Cristo", que no contraerán nupcias siendo hijos de la otra vida; y finalmente en el No 113 dice que "Josue dio al pueblo de Israel una heredad temporal, pues no era ni Mesías ni Hijo de Dios; pero Jesús después de la resurrección nos dará una heredad eterna".
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San Justino pone la universal conflagración, la terminación del Juicio y la resurrección general después del Reino Milenario: "Por lo cual, Dios, a causa de la semilla cristiana... se contiene y no desata la catástrofe y la disolución del mundo entero, a fin de que no existan mas malvados ni entre los Ángeles ni entre los hombres. Pues si así no fuera, no podrían vosotros hacer el mal ni los malos genios incitaros a el sin que el fuego del juicio desatado lo disolviera todo sin distinción, conforme antaño con el diluvio. ..Pero esa conflagración tiene que venir" (II Apol., N9 7). "Por lo cual, por amor de los justos tampoco todavía no lanza la conflagración Dios..." (I Apol., 45). Mas escuchad de que modo el Espíritu Santo predijo por Moisés la conflagraci6n venidera: Descenderá el fuego siempre vivo y devorara hasta el fondo del abismo" (Deut., XXXII, 22).
En otras entregas veremos como poco a poco de descubre la verdad total.
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Profecías Inter-generacionales.
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