MADRE YO

La mano que mueve a la cuna es la mano que manda en el mundo

El amor de una madre no contempla lo imposible

SI TODAVÍA TIENES UNA MADRE...
Quién no tiene necesidad de la Madre…

¡Hay en el mundo hombres que no aman a su Madre!
La tragedia del amor consiste en que no es amado.
Insensibilidad del corazón, mala voluntad y ateísmo son los móviles de tales seres inhumanos.
No deseo hablar de los que levantaron su mano contra su propia madre y mataron a quien debían la vida. Realmente también pueden haber existido Madres que hayan profanado y deshonrado este nombre, en cuyo caso ellas mismas fueron culpables de que sus criaturas se rebelaran contra ellas.
Puede ser... Pero, a pesar de todo, los hombres se sublevan y se horrorizan cuando tienen noticias de semejante matricidio. Un hecho semejante es algo monstruoso; es como si el río se rebelara contra su manantial y la rama se separara temerariamentede la raíz que la sostiene. Atrocidades de este género no pueden tratarse en esta obra.

Pero hay matricidas que circulan libremente en pleno día, que hasta son honrados y celebrados, a los que se tejen guirnaldas y se entonan himnos... Se trata de seres tanto más peligrosos, cuantos más seductores se muestran. Contra éstos es nuestra lucha sin piedad. Nombres sonoros se dividen esta triste gloria: Rousseau, Voltaire, Schopenhauer, Nietzsche, Hartmann y los apóstoles de hoy con piel de oveja, que todos nosotros reconocemos por lobos rapaces. Rousseau dice: «La mujer ha sido creada para estar sujeta a la voluntad del hombre; más aún, para soportar sus injusticias!» Según Voltaire, las mujeres no han sido creadas por Dios sino para aplacar y satisfacer a los hombres. Rousseau y Diderot consideran a la mujer ante todo como «un medio de placer». El pesimista Schopenhauer hasta se enfurece de verdad contra «el culto insulso de la mujer, que es la primera flor de la locura germano-cristiana». También son palabras suyas: «La mujeres la puerta del diablo»- «La mujer ha nacido esclava». «La mujer es el mal personificado, incapaz de un trabajo serio, una criatura inhábil, de segundo orden». Según Nietszch, la mujer es un ser lleno de maldad, creado para obedecer ciegamente. «Nos sentiríamos felices de dar nuestro aplauso si se crearan: nuevamente harenes turcos. y volviéramos a caer en los tiempos primitivos en que la mujer era sólo un objeto de comercio y de cambio».

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No sólo tiene esta opinión tan baja de la mujer sino que considera los conceptos de honor, verdad, moralidad... con el mismo «respecto». «No existe una verdad; j todo está permitido!» «Goza de la vida cuanto puedas y cuanto tu naturaleza te lo permita. Obedece a los instintos. El progreso estaría en sacrificar la humanidad, las masas, a la raza más pequeña, seleccionada y fuerte!»
Del amor al prójimo dice: «Infelices los hombres que no saben dominar su compasión». Qué cinismo brota de la frase: «Piensa de mí lo que quieras, mi espíritu es libre y duro mi corazón!»
¡Pobre hombre, enfermo y extraviado!
Eduardo Hartmann sonríe, como ante una incomprensible extravagancia, y se enoja ante la idea de que pueda la madre, con sus «patitas de gato», acariciar tan tiernamente a su propio hijo, jugar, con él horas y horas y deleitarse en ello. Toma cualquier pequeñez como base de un sentimiento más profundo. Esto no se puede perdonar a una mujer culta; sobre todo si ha formado su espíritu en los clásicos antiguos, en Shakespeare y en el «sprint» francés. ¡Qué gran decadencia de espíritu! El hombre no es más que «otro animal». Por tanto en el amor maternal, llevado hasta el sacrificio de sí mismo, no ven más que un Instinto bestial, al que falta el espíritu. El mismo Hartmann definió la religión «el mayor tesoro de nuestra alma, algo semejante a lo que en el perro es la fidelidad». Tales «juicios científicos», sin embargo, perjudican mucho más a los apóstoles de estas ideas que al mismo ideal materno.
Bernard Shaw, escritor inglés, orientado enteramente en sentido pagano, define el amor materno como algo «horrendo». «La así llamada madre querida, en realidad es una bruja vieja, cínica y astuta, que tiene firmemente sujeta entre sus garras a la sociedad moderna». Pero estas ideas sólo hacen presa más o menos en la «parte intelectual» de la sociedad Moderna. En las masas populares, el cuadro puro de la madre es destruido más bien por el demonio de la moda, por el film sin Dios y sin conciencia, por la literatura sospechosa.
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Al encuentro contra el abismo…

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«En el alma de quien no ama a su madre se desencadena un huracán que le arrastra al infierno más profundo», Las palabras pronunciadas en Berlín hace tres siglos por el maestro Gruber, en una reunión de la Asociación Nefigeniana, valen para todos los tiempos:
«Y si pudiera hablar con lenguas de fuego, diría a mi pueblo: ¡Levántate! ¡Limpia tu reino! ¡Como una vez Cristo arrojó del Templo a los compradores y vendedores codiciosos, trenza una cuerda y arroja fuera a los vendedores de almas, que envenenan a tus hijos y a tus hijas!
»Ante todo, haced callar a esas mujeres, grandes charlatanas, que luchan por «el amor libre» (putas).
No se dan cuenta del peligro con que amenazan a su pueblo.
»Encerrad en una casa de corrección a esos fanáticos de la belleza que, con el slogan de lo hermoso, consideran que todo está permitido. Con esto, apartan a nuestra juventud de la estima verdadera y exacta del trabajo y del deber.»Desenmascarad a los falsos profetas que proclaman un evangelio del «placer»; porque no saben ponerse freno ninguno a sí mismos, se atreven a sostener que «es imposible dominar los propios impulsos y que toda experiencia en esta dirección sería una empresa loca», Citemos todavía las palabras de un hombre que no es de nuestro campo, del gran educador Foerster: « ¡Nobleza obliga! ¡Sólo tú, madre, no debes caer! De lo contrario, ¡todo se vendrá abajo!» ¡Despierta Madre Iglesia!

Quiero que entiendan esto: Peleamos contra Profesionales Ateos

El Concilio Vaticano II nos Ordena pelear como profesionales Creyentes

evangelizamos tontamente

Dios promete la victoria contra ellos (sociedad moderna)...

Hay que levantar una nueva sociedad Católica

Somos más de mil millones y hemos estudiado

¡Claro que vamos a ganar!

Pues nuestra Madre Naturaleza esta en riesgo por esta tara modernista de querer dominar el mundo, pero ey! el universo es de Dios no de nosotros.

Yo fui educado para arrodillarme ante Dios, por eso comulgo de rodillas, ustedes fueron educados para comulgar de pie y así son esclavos modernistas ¿entienden?

Pero como Dios no obedece capricho alguno, me llamo a mi que me arrodillo ante el, para dictarme sus planes de cambio total en el orden civil de la ciudad de los hombres, que deben arrodillarse ante Dios en vez de comulgar como unos totales altaneros post-modernistas.

Soberbia luciferina que pretende quedarse dentro del corazón mismo de la Iglesia como lo es la Eucaristía. ¿Entienden?

Hay que realizar un fuerte y contundente NO dentro de la noción de objeción de conciencia en la Iglesia, pues me estas mal interpretando el concilio (no sabemos con que oscuros intereses) para sustituir la Adoración de Latría (o rendición total a Dios) por un verbo humano altanero y nada santo (pro estadounidense).
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Quien ama a su propia madre...
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Hay derrochadores e hijos pródigos, que ya no conocen el tesoro que les ofrece el amor materno.

Tal es el caso de los bautizados del siglo XX. Tantas advertencias de la Virgen María y no hubo uno siquiera que obedeciera más allá de un rosario mal meditado.
¿Sabias que María es la Sabiduria Creada de Dios hecha Madre Virgen?

No te habias dado cuenta que la naturaleza es virgen y maría tambien...

No notas que se trata del mismo Dios reflejando su sabiduría en dos Madres de distinta indole:

1) La naturaleza es Madre natural

2) La Virgen es Madre sobre-natural

Te das cuenta que pisoteamos a ambas desde hace medio siglo. Y si la Iglesia que es Madre lo hace, ¿quien formara a nuestros hijos y nietos...? Ya es hora de madurar OMP.

La Iglesia es comandada por Dios desde su altar sagrado y esta en este momento hablando... ¡Obedece de una buena vez!
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Existen hombres que hasta el último aliento no olvidan lo que deben a su madre.

¿Porque nosotros somos quienes desobedecemos a la Santa Madre Iglesia en su concilio Vaticano II y a la virgen en sus mensajes?
De un joven franciscano, que murió misionero en tierra extranjera, se cuenta que amaba muy profundamente a su madre. Cuando todavía era pequeño, apenas podía esperar hasta que volviera a casa. Cuando ya era tiempo de que su madre regresara a casa, sus ojos escudriñaban el camino arriba y abajo hasta que descubrían a una mujer vestida de luto. Los otros colores no le interesaban.
Apenas distinguía a la señora enlutada, salía a su encuentro y la abrazaba impetuosamente. En recompensa ella le daba un beso... Si la madre había ido a otro pueblecito, se sentaba fuera, en el camino por donde tenía que venir, y montaba buena guardia. Quería llegar a ser más alto sólo porque así podría ver a la madre desde lejos más fácilmente.
Se ha dicho para consuelo de las madres: hay hijos que se mantienen fieles a sus madres hasta el sepulcro, como se canta en los «Trece tilos» de Weber:

¡Lo que prometiste a la madre, Tú, valiente y fiel, lo has mantenido!
La madre es el santuario de la santidad. Junto a ella no se puede hacer ningún mal.
Pues afín de cuentas fue una madre la que se calo con silencio y abnegación el pecado que todos sin excepción cometimos contra nuestro propio Dios:

El cazador de pieles Charrou, que realmente no puede ser contado entre los santos, confesó: «Jamás me porté obscenamente en la ciudad de mi madre».
Una vez, sobre los Alpes, un mozuelo trepó muy arriba entre las rocas.

Desde abajo le gritaban:

«¡Vuelve atrás, de lo contrario te despeñarás! ¿Qué se te ha perdido allá arriba?»

Al fin respondió ingenuamente:

«Busco estrellas alpinas para mi madre». Aquella vez todo terminó bien.

Puesla madre fue su espíritu protector.

Pues todo terminara bien si nosotros tambien obedecemos a nuestra Madre natural y Celestial.
La madre en los proverbios

En los proverbios vive el juicio sintético y vigoroso del pueblo, su sabiduría y su frescura de vida. No hay, pues, que' maravillarse de que en todos los pueblos se encuentren proverbios apropiados sobre la familia y sobre la madre. El corazón maternal es precisamente la brillante corona de todas las bellezas humanas. El alma popular sólo dice cosas bellas y sublimes de la madre. Se trasparenta la convicción de que, en el ámbito de la naturaleza, el corazón maternal representa la obra de arte más sorprendente. Dios nos la ha dado como un claro rayo de sol, como una imagen de su amor infinito, cuya mejor representación sobre la tierra es la madre, con todo su desinterés y belleza.
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«Por pobre que sea una madre, calentará a su hijo».
«Lo que a la madre llega hasta el corazón, al padre sólo le llega hasta la rodilla».
«Más fácilmente alimenta una madre a diez hijos, que diez hijos a una madre».
Nuestros abuelos, con su profunda sabiduría, han fijado en excelentes proverbios su concepto sobre la madre:
He aquí algunos proverbios húngaros acerca de la madre:
«La joven más hermosa es la joven buena».
«No hay felicidad más grande que un buen matrimonio».
«Una buena mujer .es la corona de la casa».
« El hombre sostiene una columna de la casa, la mujer dos».
«El mejor alimento, la leche materna, no se pone sobre la mesa».
«La nodriza no da al niño el mejor bocado, esto sólo lo hace la madre». (COMO HOY A NOSOTROS LA iGLESIA )
«Observa bien a la madre; sólo después tomarás a su hija».
«Quien desdeña las enseñanzas de los padres, termina en el patíbulo».
«Los niños pequeños pisan el pie, los hijos grandes el corazón».
El amor de la madre al hijo se convierte en término de comparación de todo amor grande. El sentimiento del pueblo ha intuido esta gran verdad.
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Madre y fábula
Los orientales en su lenguaje figurado nos han transmitido una leyenda en la que se cuenta la formación del corazón humano.
El mundo existía, pero aún no existía ningún hombre. Animales feroces, pájaros que cantaban sobre los árboles y peces del mar se movían ya en grupos numerosos sobre la tierra, en el aire y por el mar. Entonces el Creador hundió su mano en el fango del Nilo para formar al hombre. Pero en el fango estaba escondido un crustáceo, que picó en la mano al Creador. De la mano herida cayeron tres gotas de sangre en el fango del Nilo. Con esta tierra empapada en sangre, Dios plasmó después el corazón maternal.
Quien no se escandaliza de esta fábula que representa a Dios Creador picado en la mano por un crustáceo, quien, detrás del ingenuo e infantil modo figurativo de expresarse, sabe leer su sentido hondo, queda profundamente conmovido por la verdad que manifiesta: el corazón maternal, con toda su inmensa capacidad de amor, realmente no puede ser más que una gota de sangre del mismo Dios.
Que Dios mismo vela sobre la madre, lo cuenta otra triste leyenda:
Un mal hijo trataba muy mal a su madre, la afligía con frecuencia, más aún, una vez, hasta la pegó. Después de lo cual este mal hijo enfermó y murió. Cuando se le colocó en el ataúd, sucedió algo terrible. La mano que había golpeado a la madre, salió fuera del féretro. Cuando el féretro fue colocado en la fosa y cubierto de tierra, la mano apareció de nuevo repentinamente fuera de la tierra. La gente huyó espantada. La mano se pudrió, la carne se desprendió, pero los huesos continuaron, erguidos en alto hacia el cielo en testimonio espantoso. ¡Ay de la mano que se levanta contra la propia madre! Las fabulas siempre encierran alguna verdad no crees...

Ey chicas, Necesitamos Madres Católicas Carajo! Llego la hora de madurar.

"El Pan eucarístico, fármaco de inmortalidad, antídoto contra la muerte". San Ignacio de Antioquía.

"Ahí lo tienes: es Rey de Reyes y Señor de Señores. -Está escondido en el Pan. Se humilló hasta esos extremos por amor a ti" San Josemaría Escrivá de Balaguer

Y así nace la segunda Evangelización profetizada por "El grande"

"EL Laico, protagonista de esta II Evangelización"

Juan Pablo II

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