Ejemplo de cultura politica para la Iglesia y el MundO.
Buscar a Dios en la vida ordinaria: El Opus Dei es una instituciĆ³n de la Iglesia catĆ³lica fundada por san JosemarĆa EscrivĆ” de Balaguer. Su misiĆ³n consiste en difundir el mensaje de que el trabajo y las circunstancias ordinarias son ocasiĆ³n de encuentro con Dios, de servicio a los demĆ”s y de mejora de la sociedad.
Imitemos a los verdaderos pastores
microbitacora.blogspot.com
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Buscar a Dios en la vida ordinaria: El Opus Dei es una instituciĆ³n de la Iglesia catĆ³lica fundada por san JosemarĆa EscrivĆ” de Balaguer. Su misiĆ³n consiste en difundir el mensaje de que el trabajo y las circunstancias ordinarias son ocasiĆ³n de encuentro con Dios, de servicio a los demĆ”s y de mejora de la sociedad.
El 9 de enero 1902: nace JosemarĆa
Hace 108 aƱos naciĆ³ en Barbastro JosemarĆa EscrivĆ” de Balaguer. Dios contĆ³ con Ć©l para fundar el Opus Dei y recordar que nos llama a la santidad.
Hace 108 aƱos naciĆ³ en Barbastro JosemarĆa EscrivĆ” de Balaguer. Dios contĆ³ con Ć©l para fundar el Opus Dei y recordar que nos llama a la santidad.
"El santo de lo ordinario" Es decir el santo de la MisiĆ³n Ad-intra.
"Todos los que son guiados por el EspĆritu de Dios son hijos de Dios" (Rm 8,14). Estas palabras del apĆ³stol Pablo que acaban de resonar en nuestra asamblea, nos ayudan a comprender mejor el significativo mensaje de la canonizaciĆ³n de JosemarĆa EscrivĆ” de Balaguer, que celebramos hoy. Ćl se dejĆ³ guiar dĆ³cilmente por el EspĆritu, convencido de que sĆ³lo asĆ se puede cumplir plenamente la voluntad de Dios. Esta verdad cristiana fundamental era un tema recurrente de su predicaciĆ³n. En efecto, no dejaba de invitar a sus hijos espirituales a invocar al EspĆritu Santo para hacer que la vida interior, es decir, la vida de relaciĆ³n con Dios y la vida familiar, profesional y social, plena de pequeƱas realidades terrenas, no estuvieran separadas, sino que constituyeran una Ćŗnica existencia "santa y llena de Dios". "A ese Dios invisible —escribiĆ³—, lo encontramos en las cosas mĆ”s visibles y materiales" (Conversaciones con MonseƱor EscrivĆ” de Balaguer, 114).
"Todos los que son guiados por el EspĆritu de Dios son hijos de Dios" (Rm 8,14). Estas palabras del apĆ³stol Pablo que acaban de resonar en nuestra asamblea, nos ayudan a comprender mejor el significativo mensaje de la canonizaciĆ³n de JosemarĆa EscrivĆ” de Balaguer, que celebramos hoy. Ćl se dejĆ³ guiar dĆ³cilmente por el EspĆritu, convencido de que sĆ³lo asĆ se puede cumplir plenamente la voluntad de Dios. Esta verdad cristiana fundamental era un tema recurrente de su predicaciĆ³n. En efecto, no dejaba de invitar a sus hijos espirituales a invocar al EspĆritu Santo para hacer que la vida interior, es decir, la vida de relaciĆ³n con Dios y la vida familiar, profesional y social, plena de pequeƱas realidades terrenas, no estuvieran separadas, sino que constituyeran una Ćŗnica existencia "santa y llena de Dios". "A ese Dios invisible —escribiĆ³—, lo encontramos en las cosas mĆ”s visibles y materiales" (Conversaciones con MonseƱor EscrivĆ” de Balaguer, 114).
Benedicto XVI celebrĆ³ la misa en la inigualable e imponente Capilla Sixtina con motivo de la "Fiesta del Bautismo de JesĆŗs" y durante la misma bautizĆ³ a trece niƱos, todos hijos de empleados del Vaticano. El Papa Ratzinger quiso oficiar en el antiguo altar pegado a la pared en la que el genial Miguel Ćngel pintĆ³ el "Juicio Final" y por tanto dando la espalda a los fieles y con la mirada puesta en el gran Crucifijo existente.
El Obispo de Roma leyĆ³ la homilĆa en un trono colocado en la pared derecha y no en el centro de la capilla.Hasta ahora, para oficiar la misa en la Sixtina se utilizaba un altar mĆ³vil, que se colocaba delante del "Juicio Final". En Ć©l oficiĆ³ siempre Juan Pablo II, asĆ como Benedicto XVI en los dos aƱos de su pontificado. La Oficina de Celebraciones LitĆŗrgicas del Sumo PontĆfice precisĆ³ que se decidiĆ³ utilizar el antiguo altar para "no alterar la belleza y la armonĆa de esta joya arquitectĆ³nica".
El Obispo de Roma leyĆ³ la homilĆa en un trono colocado en la pared derecha y no en el centro de la capilla.Hasta ahora, para oficiar la misa en la Sixtina se utilizaba un altar mĆ³vil, que se colocaba delante del "Juicio Final". En Ć©l oficiĆ³ siempre Juan Pablo II, asĆ como Benedicto XVI en los dos aƱos de su pontificado. La Oficina de Celebraciones LitĆŗrgicas del Sumo PontĆfice precisĆ³ que se decidiĆ³ utilizar el antiguo altar para "no alterar la belleza y la armonĆa de esta joya arquitectĆ³nica".
TambiĆ©n hoy esta enseƱanza de JosemarĆa es actual y urgente. El creyente, en virtud del bautismo, que lo incorpora a Cristo, estĆ” llamado a entablar con el SeƱor una relaciĆ³n ininterrumpida y vital.
"TomĆ³, pues, Yahveh Dios al hombre y lo dejĆ³ en el jardĆn de EdĆ©n, para que lo labrase y cuidase" (Gn 2, 15). El libro del GĆ©nesis, como hemos escuchado en la primera lectura, nos recuerda que el Creador ha confiado la tierra al hombre, para que la ‘labre’ y ‘cuide’. Los creyentes, actuando en las diversas realidades de este mundo, contribuyen a realizar este proyecto divino universal. El trabajo y cualquier otra actividad, llevada a cabo con la ayuda de la gracia, se convierten en medios de santificaciĆ³n cotidiana.
"TomĆ³, pues, Yahveh Dios al hombre y lo dejĆ³ en el jardĆn de EdĆ©n, para que lo labrase y cuidase" (Gn 2, 15). El libro del GĆ©nesis, como hemos escuchado en la primera lectura, nos recuerda que el Creador ha confiado la tierra al hombre, para que la ‘labre’ y ‘cuide’. Los creyentes, actuando en las diversas realidades de este mundo, contribuyen a realizar este proyecto divino universal. El trabajo y cualquier otra actividad, llevada a cabo con la ayuda de la gracia, se convierten en medios de santificaciĆ³n cotidiana.
Mirando la Cruz
"Ello significa que en algunos momentos el Papa darĆ” la espalda a los fieles y mirarĆ” a la Cruz", seƱalĆ³ el Vaticano, que subrayĆ³ que el Misal utilizado para toda la liturgia fue el "ordinario", es decir el salido del concilio que revolucionĆ³ la Iglesia CatĆ³lica y la encaminĆ³ hacia el tercer milenio.
Durante la homilĆa, el Papa teĆ³logo dijo que en el bautismo el hombre recibe una vida nueva, la vida de la gracia, que le permite relacionarse personalmente con el Creador para toda la eternidad. El Papa agregĆ³ que el hombre es capaz de apagar esa nueva vida con el pecado y recordĆ³ que el hombre, y no los animales, estĆ” llamado a la eternidad. "Mientras en las otras criaturas que no estĆ”n llamadas a la eternidad la muerte significa sĆ³lo el final de la existencia en la Tierra, en nosotros el pecado crea una vorĆ”gine que corre el riesgo de tragarnos para siempre", afirmĆ³ el Papa.
Durante la homilĆa, el Papa teĆ³logo dijo que en el bautismo el hombre recibe una vida nueva, la vida de la gracia, que le permite relacionarse personalmente con el Creador para toda la eternidad. El Papa agregĆ³ que el hombre es capaz de apagar esa nueva vida con el pecado y recordĆ³ que el hombre, y no los animales, estĆ” llamado a la eternidad. "Mientras en las otras criaturas que no estĆ”n llamadas a la eternidad la muerte significa sĆ³lo el final de la existencia en la Tierra, en nosotros el pecado crea una vorĆ”gine que corre el riesgo de tragarnos para siempre", afirmĆ³ el Papa.
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